México, 17 dic (PL) El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México en 2019 será pobre y apenas llegará al 2,0 por ciento, se expresa en el paquete económico que sirve de base al presupuesto federal que acogió hoy el Congreso.
Se trata de un crecimiento conservador debido a los precios internacionales del petróleo y la depresión que sufre ese sector, sobre todo en la extracción y refinación de crudo, aun cuando el plan energético del gobierno tiene el objetivo de revertir esa situación en el corto plazo.
Llama la atención esa proyección del PIB formulada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando el propio mandatario insiste en que bajo su mandato el crecimiento global debe revertir la inercia y la tendencia al estancamiento de la anterior administración y fijar un progreso del 4,0 por ciento o más.
Según él, esos guarismos son factibles de lograr si se ejecuta bien, como está programado, el plan de austeridad en todo el aparato público, y se consiguen los resultados esperados en la lucha contra la corrupción que corroe las estructuras administrativas públicas y las empresas del Estado.
Sus críticos señalan que no solamente el PIB mostrará un pobre desempeño el próximo año, sino que prácticamente todas las variables macroeconómicas, y económicas de apoyo contenidas en el marco de los Criterios Generales de Política Económica -el documento base del programa económico- también harán lo propio.
Salvo la inflación, proyectada para este año en 4,7 por ciento y el próximo en 3,4, las demás variables macro irán a la baja, según estiman las autoridades: el tipo de cambio pasará de un promedio de 19,20 pesos por dólar para 2018 a 20 pesos el año próximo. Es decir, 80 centavos más costará el dólar en 2019.
El paquete económico en manos del parlamento indica que la cuenta corriente de la balanza de pagos -donde se registran todas las transacciones por concepto de exportaciones e importaciones de bienes y servicios- mostrará un déficit de 27 mil 326 millones de pesos (mil 366 millones de dólares o 2,0 por ciento del PIB), muy superior al que se espera al cierre de este año, que será del 1,8 por ciento del PIB.
El perfil conservador del plan responde a que el precio esperado del petróleo y las plataformas de producción y exportación del crudo caerá a los 55 dólares el barril, tres por debajo del precio actual.